El país en el que vivimos y las cosas que aquí suceden son dignas de ser mostradas a través de la antigua serie de misterio Amazing histories; no solo nuestros “inefables” dirigentes son dignos creadores de estas historias asombrosas de las que hablo, ellos se caracterizan por los cuentos de desaparición enigmática de los dineros de la salud y la educación que corresponde a la población más necesitada, pero nosotros los de ruana, estamos escribiendo historias de desvanecimiento de nuestras culturas y tradiciones; en realidad no se que será mas grave, si se supone que lo único que ningún político puede quitarle a un pueblo es precisamente su identidad cultural, pues esas mismas actuaciones que tienen ellos, son las mismas que estamos evidenciando nosotros con la desaparición paulatina de nuestro tesoro mas preciado, lo que nos heredaron nuestros abuelos para que amaramos y enriqueciéramos lo estamos echando por la borda.
Es claro que debemos estar acordes a las necesidades de nuestros tiempos y que a fuentes tan inagotables de información como Internet y el avance de nuevas tecnologías de entretenimiento como el x-box no se les puede señalar como los culpables de estos cambios tan radicales en las tradiciones de un pueblo, de ninguna manera podemos decir que las nuevas tendencias musicales nos han hecho olvidar de su Majestad la Cumbia, los tambores resonantes que el Chandé posee o la fuerza de los trombones al sonar de un porro, es que el reggeton no es culpable, los culpables somos nosotros que preferimos “hacer el amor con la ropa” como lo dice una canción de este genero, que disfrutar la magia que se vive a la luz de la luna con fogata incluida de un fandango que muy seguramente sentimos como nuestro porque muy a pesar de todas estas “modas”, aún sentimos que nos corre la sangre con mas fuerza al sonido de un llamador.
Les hago la invitación muy estimados lectores, a que no sigamos dejando a un lado nuestro verdadero sentir y, aunque en realidad sea buena onda que una mujer nos rose nuestro órgano reproductor con sus curvos glúteos, es muchísimo mas chévere sentir la coquetería de esa misma mujer al sonar una Cumbia.
Es claro que debemos estar acordes a las necesidades de nuestros tiempos y que a fuentes tan inagotables de información como Internet y el avance de nuevas tecnologías de entretenimiento como el x-box no se les puede señalar como los culpables de estos cambios tan radicales en las tradiciones de un pueblo, de ninguna manera podemos decir que las nuevas tendencias musicales nos han hecho olvidar de su Majestad la Cumbia, los tambores resonantes que el Chandé posee o la fuerza de los trombones al sonar de un porro, es que el reggeton no es culpable, los culpables somos nosotros que preferimos “hacer el amor con la ropa” como lo dice una canción de este genero, que disfrutar la magia que se vive a la luz de la luna con fogata incluida de un fandango que muy seguramente sentimos como nuestro porque muy a pesar de todas estas “modas”, aún sentimos que nos corre la sangre con mas fuerza al sonido de un llamador.
Les hago la invitación muy estimados lectores, a que no sigamos dejando a un lado nuestro verdadero sentir y, aunque en realidad sea buena onda que una mujer nos rose nuestro órgano reproductor con sus curvos glúteos, es muchísimo mas chévere sentir la coquetería de esa misma mujer al sonar una Cumbia.
